terça-feira, 16 de agosto de 2011

Y por fin, ¡la Playa!



Antes de nada, quiero agraderle a Rafinha y a toda su familia que nos acogieran en su casa de Juquehy el finde del día del padre. La verdad es que nos trataron genial y nos enseñaron una de las mejores playas de Sao Paulo. Cuando en el hostel dijimos que íbamos allí nos empezaron a vacilar en plan: “los españoles no se van a cualquier sitio… sólo se van a sitios chickis” (aquí todo lo que acaba en K lo convierten en KI: facebook es feisibuki, McDonals es makidonalds…), y es cierto, fuimos a un sitio muy bonito :)

Rafinha es un compañero mío de uni, que estudia en Madrid pero es de Sao Paulo (para que no sepa quién es Rafinha ni de sónde lo saqué xD), así que imaginaros lo pequeño que es el mundo. ¿Quién me iba a decir a mí que iba a conocer a la family de Rafinha? La verdad es que aunque mis favoritos hayan sido su perro Lucky y su hermano, la madre y la hermana son totales, y el padre encantador también. Estábamos un poco perdidos porque nos resultó dificilísimo entenderles y parecíamos estúpidos, pero ellos se reían de nuestro acento y eso le daba el toque gracioso a la situación jaja

El finde empezó un viernes de rodicio. Como la matrícula del coche de Rafa termina en 9, los viernes no puede circular ni por la mañana ni de 5 a 8 de la tarde. Ya os he comentado que esta ciudad es un mar de coches, y si no hiciesen algo como esto, Sao Paulo podría ser indescriptiblemente caótico. Entonces arrancamos hacia el paraíso de noche, escuchando música de todo tipo. Lo más gracioso del viaje es que hicimos una parada en un supermercado ¡y nos dejamos a la madre de Rafa allí! Los dos coches arrancamos pensando que la mujer estaba en el otro, y hasta llegar a casa no nos dimos cuenta xD 

… y a la mañana siguiente vimos esto:



Tuvimos un día de sol espectacular, y pasamos el día en la playa comiendo frutas que no existen en España y de cuyos nombres no puedo acordarme; y bebiendo sucos y cerveza. Teníamos una foto superchula de los cuatro bebiendo de un coco, pero ALGUIEN la borró. Encontraré al culpable jaja



Tras mil baños, fuimos a sacarnos fotos a lo alto de una montañita donde había unas vistas espectaculares.






¡Y luego fiesta! Rafa nos llevó a una discoteca que para nuestro gusto fue la mejor de todas en las que hemos estado en Sao Paulo. Hubo momentazos con canciones que se están convirtiendo en banda sonora para Celia y para mí (y para el pobre de Sócrates de rebote también jaja) como “Run the World” de Beyonce, mucho hip-hop (que aquí se lleva un montón), un poco de Pitbull (que ya lo echábamos de menos), o la canción de Dirty Dancing 2, que nos hizo mucha ilusión jaja.





Como no todo podría ser perfecto, el domingo llovió durante TODO el día. Parece ser que después de Amazonia, Sao Paulo es el sitio donde más humedad hay. ¡No paró de llover ni un segundo! ¿Y qué hicimos? ¡Crucigramas en portugués con el hermano de Rafinha! Un gran avance para nuestro aprendizaje jaja

Al llegar al hostel, estaban los de siempre en el salón. Me sentí de verdad como que había llegado a casa. Luciano nos dijo que la fiesta del sábado había sido un “sucesso” (pronunciado “sussesso”, otra de mis palabras favoritas jja), pero que no nos preocupáramos porque este sábado va a haber Churrascada :D La charla en el salón con caipirinha en mano (Fernando hace las mejores caipirinhas de tooodo Brasil), fue uno de los mejores momentos del fin de semana. Seguimos queriendo un piso, pero no va a ser fácil irnos de aquí ni ver a la gente marchar.





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