quarta-feira, 10 de agosto de 2011

La USP

(Hoy os voy a hablar de la uni porque tengo que sacar fotos para los siguientes posts)

Celia, Sócrates y yo estamos estudiando en la Universidad de Sao Paulo.  Es una universidad del Estado a la que solamente entran muy pocos alumnos por carrera después de hacer unos exámenes específicos que parece ser que son muy difíciles. De hecho, solamente los que han estudiado en los mejores colegios son capaces de “dar la talla”, con lo cual aquí estudia quien puede…

Está entre las 50 mejores universidades del mundo, y yo me lo creo. Llevo una semana en clase y se nota que la gente está hecha de otra pasta xD Se ve a todo el mundo muy culto y responsable comprando libros y leyendo bibliografía recomendada, y aunque no hay muchos alumnos de intercambio y hacen excepciones con nosotros (o por lo menos al principio), yo veo que el nivel está por las nubes y nos va a arrastrar jja.

Los del hostel dicen que los de la USP son unos empollones, pero que tenemos las mejores fiestas. Todos los jueves hay cervejada y bueno, se monta una… empieza a las 6 de la tarde, a las 10 se llena de gente, y nadie sabe cuándo acaba jaja. Algún día haré un post sobre eso.

Lo primero que me impactó de la universidad es que es ENORME. No sé cómo explicaros lo grande que es, en serio. Si voy en metro, tardo 15 minutos andando hasta llegar a la puerta de entrada 1, pero desde ahí hasta la ECA (Escola de Comunicaçoes e Artes) te lleva media hora andando a un buen ritmo. Y bueno, ir a Veterinaria a pié es un paseo considerable… es gracioso que te digan que en Química se come bien, cuando transportarse hasta esa facultad implica coger un bus y cruzar medio Amazonas para ir, ¡porque anda que no hay campo y verde en el Campus! Eso sí, en la USP hay de todo: todas las carreras, piscina, gimnasio, campos de fútbol, pistas de tenis, canchas de baloncesto, bancos, restaurantes, un museo… demasiado grande, pero genial.

Otra cosa que tiene buena la uni es que es todo gratis o muy barato. Como ya os dije, aquí entran los coquitos del país, y a ellos hay que cuidarlos ;P

Los profesores de momento muy bien (se ve que saben de lo que hablan, no como algunos que hemos tenido este año, no hace falta dar nombres...), y los compañeros siempre se han portado genial conmigo. Uno hasta me hizo un tour por la ECA para que supiese dónde estaban las cosas, y otro me acompañó a las escaleras del metro para que no fuese sola por la noche porque “isto nao é Madrid”. La verdad es que la gente aquí es muy muy maja y siempre tienen soluciones para todo. Eso sí, son muy poco puntuales. La primera semana fue un cachondeo con profesores que no venían, otros que llegaban tarde…  y es que aquí hasta en el McDonalds se mueven despacio. Así que mi primera impresión de las clases es que por muy exigentes que sean en esta universidad, tienen el ritmo brasileño metido en el cuerpo; un ritmo que gusta, que te hace ver la vida de una manera más sencilla… un ritmo al que es demasiado fácil acostumbrarse y del que nos va a costar desprendernos.

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