terça-feira, 9 de agosto de 2011

Nuestro Hostel


Todos sabéis que llevamos ya más de tres semanas en Sao Paulo y todavía no tenemos casa. La verdad es que no hemos parado de llamar a sitios pero es muy difícil: no tenemos CPF (necesario para todo) porque las cosas en Brasil van muuuy de vagar; en la mayoría de los apartamentos necesitamos que una persona brasileña nos abale el piso, los contratos aquí suelen ser de 30 meses y nosotros en principio sólo nos quedamos un año; nos han dejado tirados cuando por fin íbamos a firmar un contrato, como somos extranjeros y muchos no se fían a veces también nos mandan pagar un seguro fiança que es como quien le pone el seguro al coche; hemos visto cosas muy pequeñas, hemos visto calles por las cuales no me gustaría volver a pasar… pero sobre todo, hemos visto cosas muy caras (de la economía, el Real, los juegos olímpicos y bla bla bla hablaré en otro post, que da para mucho jaja).

¿Entonces qué pasa? Pues que seguimos viviendo en el hostel. En el enlace podéis ver lo acogedor que es este sitio, pero lo divertido es ver esto:


¡Esta es nuestra habitación! ¡Jaja! Tenemos seis camas, y las que no ocupamos y el suelo están llenos de cosas. Tres personas con maletas para un año no pueden organizarse de otra manera, aunque parezca una guarrada. 
La verdad es que lo llevamos bastante bien conviviendo los tres (Celia, Sócrates y yo) en la misma habitación. Yo creo que es por el buen ambiente que hay por aquí. En esta misma casa hay una pareja belga, está Eva (holandesa), Juan (peruano), el egipcio, más gente aleatoria que te encuentras en la cocina y en la sala, los dueños (Luiz y Luciano, que se merecen un post propio por lo bien que se han portado con nosotros) y los fines de semana también vienen sus amigos. Todos nos tratan genial, nunca te aburres y siempre hay gente en casa. Hemos tenido mucha mucha suerte, porque además de que podemos quedarnos el tiempo que necesitemos aquí, sabemos que podremos contar con ellos cuando queramos.

También tenemos gatos aquí:


Esta es Tarxila. A mí los gatos no me apasionan, pero ésta es una gata especial. No como la Jenny (la otra gata), que se mete en nuestras maletas, o en la nevera, o en donde se le ocurra jajaja (el momento de Jenny en la nevera fue muy bueno, porque nadie la quería coger porque araña y muerde, y ella tampoco quería salir jajaja)


Ahora ya sabéis dónde estoy viviendo :) Estamos estupendamente aquí, aunque os confieso que la verdad es que necesitamos deshacer las maletas ya. Quiero tener un armario, ducharme sin chanclas, compartir el baño con un número razonable de gente, tener todos mis potingues en un sitio y no andar trasportándolos cada vez que quiero usar algo, andar en bragas por mi casa, cocinar cuando me apetezca, poner en la tele lo que me gusta, apoyar mi ordenador en una mesa… no sé, ese tipo de cosas que hace uno en su casa xD

Sin embargo yo sé que cuando nos vayamos vamos a echar mucho de menos las conversaciones en la cocina en tres idiomas diferentes, a Luciano, a Lady Happy (la chica que limpia, apodada por Sócrates xD), a Tarxila, a la nevera compartida, al enchufe para tres de la hebitación… a Paraíso en general.

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