terça-feira, 30 de agosto de 2011

Cómo cruzar la calle en Sao Paulo

Cruzar la calle es un gran riesgo en esta ciudad. Los semáforos no tienen en cuenta a los peatones en absoluto. En la Avenida Paulista sí, pero es que menos mal porque sería imposible cruzar los 8 carriles de otra manera. Sin embargo, en cualquier cruce que te encuentras, pasar de un lado al otro de la calle es una odisea. No sé cómo empezar a contaros como va, pero para que os imaginéis, nosotros que llevamos más de un mes aquí todavía empezamos ahora a saber cómo cruzar la calle.

Para empezar, los semáforos están al otro lado del cruce; y no hay semáforo para peatones, con lo cual tienes que mirar al lado contrario del que vienen los coches de qué color está para ellos. Más de un par de pelos me han volado mirando el semáforo, puesto que los coches te rozan y ni se inmutan: ellos tienen el semáforo en verde y ellos tiran palante como los de Alicante. El otro día me llevé un buen susto en la avenida 9 de Julho, cuando subíamos cantando a la fiesta-de-después-de-la-fiesta: un autobús me rozó la ropa y el pelo, no sé cómo no me pasó nada. De hecho… ahora que me pongo a recordar, hemos tenido un par de incidentes de ese tipo :S y donde más veces nos hemos llevado algún que otro susto ha sido en un cruce que hay antes de llegar a la uni, porque tenemos que cruzar cuatro carriles en donde siempre hay coches que vienen de la calle de en frente o de la perpendicular. Una vez yendo a la cervejada nos quedamos en el medio y medio sin poder ir para delante ni para atrás… qué risas, pero qué agobio! Jaja!

 La cosa está en que cuando está rojo es cuando puedes arriesgarte a cruzar. La frase de “cruzamos ahora, que está en rojo” está ya a la orden del día. Cuando vuelva a casa voy a tener un cacao guapo xD. Pero no todo se acaba ahí. Muchas veces (la mayoría), cuando está rojo para unos, está verde para otros… y como aquí tampoco saben lo que son los intermitentes, te encuentras en la mitad de la carretera con coches a los que les da igual que tú estés cruzando, porque ellos tienen su semáforo en verde, y tiran palante como los de Alicante.

Otra manera que tenemos de cruzar la calle, es cruzar corriendo cuando está pasando un autobús por la perpendicular. La frase de “cruzamos con el bus” también está de moda aquí jajaja Peero más de una vez nos ha pasado que el autobús no iba de frente, sino que giraba hacia nosotros tirando palante como los de Alicante. Eso da mucho miedo. Y es que la seguridad de un paso de cebra es meramente psicológica. Aquí les da igual por dónde cruces, porque las rayitas pintadas en el suelo no sirven para nada. Los coches nunca se paran. Tú esperas en el paso de peatones a que dejen de pasar carros y ya si eso luego cruzas. Así va la cosa.

Luisito está convencido de que tenemos que ir cuanto antes al Consulado para avisar de que estamos aquí por si algún día nos atropellan y no sabemos qué hacer. Antes de llegar nuestra preocupación eran los mosquitos, el Dengue, la Malaria, las pistolas, las armas blancas… pero con cada día que pasa somos más conscientes que nuestro riesgo en Sao Paulo está al cruzar la calle. 

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