terça-feira, 7 de fevereiro de 2012

Chuva de verão


No hay nada más que explicar. ¡Sol, rayos y nubes todo en el mismo día!

Antes de meternos en la cama, la ya famosa Chewi y yo miramos el tiempo que hará al día siguiente y siempre nos encontrábamos con algo parecido.
-Por la mañana hace un calor que te mueres. Hoy estamos a unos 34ºC, entonces aprovechamos ese sol para bajar a la piscina. Demasiado calor para una gallega.
-Después de comer, sobre las cuatro, empiezan a aparecer las nubes
-Una hora más tarde se levanta un poco el viento y trae más nubes todavía, hasta que el cielo se vuelve gris oscuro y da la sensación de que es invierno, pero el calor sigue ahí.
-A las 18:00h, como muy tarde, está diluviando como si no hubiese un mañana. Las calles se convierten en ríos y aunque lleves paraguas te mojas. La lluvia es tan fuerte y abundante que no da tiempo a limpiar el parabrisas del coche, y tampoco permite ver a las personas que caminan por la otra acera. Los truenos y relámpagos son como los de las películas de terror, y andar por la calle se convierte en una odisea. Ya no sólo porque acabes empapado y con el agua casi por la rodilla, sino porque en estas cuestas que hay en el centro el agua coge fuerza y no puedes caminar en el sentido contrario a la corriente de agua.



En el momento que empieza a llover no te importa porque hace tanto calor que se “agradece”, pero tras la cuarta gota empieza el diluvio. Nunca había visto nada parecido.


Wecome to São Paulo

Nenhum comentário:

Postar um comentário