quinta-feira, 24 de novembro de 2011

Recaída en ZARA

Lo confieso... hemos entrado en Zara.

Nos recorrimos toda la Paulista para ver empezar la manifestación, y ya que estábamos en el otro extremo decidimos entrar un momentito en el centro comercial y alcanzar la manifestación más adelante… no sé porqué entramos.

Estábamos hablando en ese momento de que llevamos 5 meses sin comprar ropa y de que no lo echábamos de menos. Decíamos que al llegar a España no íbamos a querer nada porque iba a ser todo de invierno y ni lo íbamos a utilizar. Estábamos convencidas de que valorábamos más otras cosas que lo material: “Chewi, yo voy a pedir dinero en Reyes para irme de viaje. No quiero ni la cámara réflex ni ropa. No lo necesito.” Todo eso ocurría hasta que vimos una tienda de mi querido Amancio Ortega. Sí, allí estaba ZARA.


Supuestamente no iba a pasar nada por echar un vistazo, pero no sé describiros las caras que poníamos al coger un zapato en la mano, al acariciar una falda, al coger con delicadeza un vestido, al mirar una blusa… parecía que nos íbamos a morir de placer. Hacía mucho tiempo que no veíamos ropa bonita. Probablemente si cualquiera de vosotros viene de España a ver esa tienda diría que todo está pasado de moda, porque era la colección de primavera, es decir, lo que nosotros nos compramos hace 8 meses… pero mi madre, qué delicia de ropa. Es normal que Amancio dispare los precios aquí, porque si cualquier cosa horrible es cara, todo lo de Zara debería de costar el doble de lo que cuesta (que ya es el doble de lo que cuesta en España).

Ay! Por lo visto sí que echamos un poco de menos lo de ir de compras porque no somos de piedra, pero si alguien me hubiese dicho hace un año que iba a estar tanto tiempo sin comprar ni una camiseta habría apostado a que no sería capaz.

Brasil, Brasil; assim você nos muda :P

Welcome to São Paulo


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