Como hay que ahorrar y las peluquerías aquí son muy caras, hemos decidido jugar a los peluqueros en casa y no gastarnos dinero jaja. Sócrates se compró una maquinilla en el Carrefour para raparse cuando su pelo hace que pese dos kilos más :P y Celia y yo experimentamos como podemos. El otro día nos cortamos el flequillo y bueno… el de la Chewi quedó decente, pero el mío es una nueva moda de flequillo escalonado jaja
En fin! Aventuras que harán que volvamos para España siendo unos peluqueros estupendos! El día que fuimos vestidas de sevillanas Celia me hizo un moño perfecto, y peina el flequillo y hace unos rizos magníficos.
Adiós a una preciosa melena, welcome to São Paulo
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