quarta-feira, 12 de outubro de 2011

Besos, abrazos y demás

Ya os hablé de lo pegajosas que son las parejitas aquí, pero no solamente son las parejas las que se besan y se abrazan.

Una de las cosas a las que más nos costó acostumbrarnos es a saludar. Aquí, cuando te presentan a alguien, das un beso y un abrazo. No somos europeos del norte, pero a los españoles nos cuesta hacer eso en realidad. Yo cojo a mi amiga Tania y le doy un beso y me miraría con una de sus caras de “qué haces?” jajaja! En cambio aquí los abrazos y los besos y las caricias y el tocarse en general es lo más común del mundo.

Ya os digo, yo no me considero la persona más cactus (o toxo en Galicia) del universo, pero aquí para ellos al principio era la más seca del planeta. Tanto en los gestos como en el lenguaje, un brasileño parece que se desvive por ti en cuanto te conoce. Mis amigos de aquí me sueltan un “lindona”, “meu amor” etc sin cortarse un pelo, y me conocen desde hace un mes! Y algo gracioso es cuando llegan a clase (tarde, como siempre) y se ponen a saludar a sus amigos uno por uno, preguntándole a cada uno qué tal está y respondiendo que él o ella se encuentra “beleza”.

A veces cansa un poco que todo el mundo sea tan cariñoso, pero te acabas acostumbrando. De hecho, entre los españoles se nos está notando el cambio. Ahora nos vemos y nos saludamos a lo brasileño entre nosotros, como si llevásemos sin vernos durante semanas. De hecho, sé que al llegar a España se nos va a escapar el rollito besos y abrazos y os vais a partir de risa, porque la verdad es que parecemos ositos rosas de peluche gigantes con esta actitud, pero mola. Eso sí, no creo que nunca adoptemos esa vena cariñosa en las discotecas en las que todo el mundo es más encantador de lo que debería y se acerca más de lo que os podría contar. ¡Eso ya es demasiado para nosotros los europeos!

Welcome to São Paulo

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