Hoy hemos pasado la tarde en
nuestro querido hostel. No vamos
tanto como deberíamos, pero nos encanta hacerles visitas y ver cómo van
cambiando y evolucionando las cosas por allí. Cuando llegamos en julio, el hostel estaba empezando, y aunque los
cambios han sido gigantescos, ese lugar conserva su esencia y nos recuerda momentos
de cuando llegamos aquí más perdidos que un pulpo en un garaje.
Pero hoy no ha sido una visita
cualquiera. Vítor, uno de nuestros amigos del hostel, ha estado pintando un cuadro en directo durante todo el
día, y mientras miles de personas le seguían por Internet, nosotras estábamos allí escuchando
Rock con él y viendo cómo el cuadro iba avanzando. Es alucinante lo que hace,
porque de esas 8 horas pintando el resultado no es simplemente un cuadro, sino
un sueño cumplido. Nosotros, que conocimos a Vítor hace casi un año, le hemos
visto crecer y hacerse cada vez más y más reconocido. Es incluso gracioso para
nosotros pasear por la calle y ver fachadas pintadas por él, tazas, guitarras,
mesas… y exposiciones. Lo que hace Vítor es arte, y estamos muy orgullosos y
realmente felices porque todo su trabajo está obteniendo los resultados que él
siempre quiso.
Aquí os dejo una pequeña muestra
de la obra que ha pintado hoy:
Nenhum comentário:
Postar um comentário