Para celebrar el cumple de Pepe, se nos ocurrió la
fantástica idea de irnos todos a un karaoke. No sé cómo no se os había pasado
por la cabeza antes con lo que nos gusta el micrófono…
La mayoría de los karaokes de São Paulo están en Liberdade,
el barrio japonés. Allí hay uno en cada esquina, y hasta es típico en las
visitas de turismo acabar cenando en algún restaurante del barrio y después
cantar un par de canciones.
Como os imaginaréis, la mayoría de los asistentes son
asiáticos, y tienen un montón de músicas japonesas para elegir, e incluso las
adaptan con la transcripción en nuestro alfabeto para que las pueda cantar
cualquier persona. Ese fue el puntazo de la noche:
Sin embargo, acaparamos los micrófonos e hicimos nuestro el
lugar. Dejamos claro de qué palo íbamos cuando Luis y yo cantamos los primeros “Amiga
mía” de Alejandro Sanz. A partir de ahí fuimos espantando a los japoneses, y
los valientes que se quedaron nos dedicaban canciones en portugués, inglés, o
incluso español.
El karaoke fue una gran idea, y el lugar muy muy auténtico.
Welcome to São Paulo
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