En nuestro querido hogar no todo son comodidades.
Vivimos en el centro, bien comunicados, en un edificio con vigilancia, tenemos una pequeña piscina, hay una salita con máquinas de gimnasio, un salón de fiestas con barbacoa, ascensor, cuarto de la basura… pero tenemos que enfrentarnos a una dura tarea: limpiar.
Lavar la ropa tampoco es una tarea fácil aquí. Cuando llegamos, la tapa de la lavadora estaba rota, y como aquí nadie viene a arreglarla y estábamos hartos de lavar a mano, Sócrates ha inventado una manera de hacer presión en la puerta para que no se abra:
Gracioso, pero nos está salvando la vida. A la lavadora le pasan más cosas, yo creo, porque hay un tubo atado al grifo del que sale agua con un chorro fortísimo cada vez que ponemos la máquina a funcionar.
Como veis, nos las apañamos muy bien a pesar de las dificultades ;D
Welcome to São Paulo
Me mata el palo sujetando la puerta de la lavadora! Qué genial! Veo que a pesar de las dificultades domésticas, sabéis mirar el lado positivo. A seguir disfrutando.
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