quinta-feira, 19 de abril de 2012

El verdadero ruido de Bela Cintra

PUM! PUM! PUM! PUM! PUM!

Todos los días a las 6 de la mañana nos despertamos por lo mismo.

No, no es el hecho de no tener persianas y que entre un sol cegador cada mañana por nuestra pequeña ventana.
No, tampoco es el sonido de nuestra ducha goteando que ya tenemos registrado en nuestra cabeza como un ruido de fondo constante. Ni tampoco lo era la cisterna que nunca se cargaba y se quedaba el día entero removiendo agua hasta que inundamos el piso de la vecina de abajo.
No son ni los miles de coches que pasan por delante de nuestra casa ni tampoco los helicópteros que revolotean por la Paulista.
No, no son los jóvenes saliendo de las discotecas de nuestra calle de los que se quejan todos los vecinos de Bela Cintra.

El otro día, una especie de Callejeros de São Paulo hizo un reportaje en nuestra calle porque la gente hace mucho ruido al salir de las tres discotecas que tenemos justo en frente… pero nosotros no nos quejamos de eso. Al fin y al cabo, ellos nos representan.

Nuestro suplicio de cada día es la obra de la casa de enfrente. Un edificio que cuando llegamos no existía y que crece a pasos agigantados. Nos arruina la existencia. Además, ahora justo al lado empiezan a construir otro. Se nota que aquí no hay crisis; hay obras por todas partes con sus respectivos martillazos y máquinas taladradoras: carreteras, edificios, nuevas líneas de metro… de todo menos aceras y alcantarillas, ¿para qué?

Brasil está creciendo y nos lo recuerda diariamente. Que vivan los países emergentes!
Welcome to São Paulo

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